Este
taller de literatura infantil que hemos realizado en clase consistía en elegir
una de las técnicas de transmisión literaria (cuentacuentos, narración con
libro o lectura) y dividiéndonos en grupos
de tres personas, cada una íbamos narrando o leyendo nuestro cuento a las
compañeras.
En mi caso, escogí el libro “Un bicho extraño” para realizarlo con la técnica de narración con libro, que consiste en recrear la historia con el apoyo de las imágenes que se les va mostrando, manteniendo así, la atención de los niños con esa referencia visual. Es un libro que no conocía y desde el primer momento que Irune nos lo enseñó en clase me llamó mucho la atención.
Es un
libro recomendado para niños de 0 a 5 años ya que es un libro fácil y sencillo. En este caso, me he centrado en 3-4 años. Se trata de un libro circular, el final es el principio y el principio es el
final, cuyo formato utiliza la estrategia del misterio al saber que es y no es
al mismo tiempo y que se deja a los niños a que interpreten. Además con este
libro se podría trabajar las partes del cuerpo.
Para
preparar la narración, me leí el cuento varias veces en casa, el día anterior
al taller. Después de leerlo en silencio, lo leí otra vez en voz alta,
imaginándome que estaban los niños delante.
A medida
que lo iba leyendo, se me iban ocurriendo diferentes cosas para poder preguntarles
o que pudieran hacer como por ejemplo:
A modo de
introducción, enseñándoles la portada, les preguntaría qué animal creen que es,
cómo es, qué tiene… pero no se desvela lo que es para mantener el misterio. Con
el resto de las páginas, les iría preguntando por ejemplo que de qué color es o
que forma tiene, y también, para trabajar las partes del cuerpo, lo que haría
sería que cada vez que salía un elemento nuevo en el cuento, los niños se
tenían que tocar la parte que salía, por ejemplo, cuando aparecen los ojos, les
diría que se tocasen sus ojos, y los mismo con lo demás.
Mi
experiencia al realizar la actividad con los distintos grupos que me tocaron
fue: Con el primer grupo (Nerea y Elena Lousada) sobre todo se me olvidaron
cosas al ser el primero y con los nervios, como por ejemplo lo de hacer que se
señalen las partes del cuerpo. Además al ser mis compañeras también hubo
momentos en los que me entraba la risa y en la entonación no mostraba mucha
sorpresa, al no hacerme a la idea de que era como si fuesen niños. Y también al
terminar el cuento, que no lo termine con un final.
En el
segundo grupo (Elena Marín y Melisa) ya me hice más a la idea de que tenían que
ser niñas así que lo hice algo mejor que con el anterior, incorporando los
aspectos que se me habían olvidado. Me dijeron que lo había hecho bien, en
cuanto a lo de mirarlas y les pareció buena idea también lo que hice de que se
señalaran las partes del cuerpo que iban apareciendo. Me aconsejaron que leyese
más despacio y que mirase un poco más a todos.
Con el
tercero (Leticia Romero-Requejo y Patricia) al igual que el anterior me recomendaron que leyese más
despacio, que me detuviera más en los detalles, y respecto a la interacción,
estaba bien hecha. Al igual que el primer grupo también me comentaron el que
terminara con algún final como: ¿Y queréis que os lo cuente otra vez?, por
ejemplo.
Y
finalmente, el cuarto grupo (Nadia, Mireia), como el resto me comentaron un
poco igual lo mismo que los anteriores, que leyese más despacio y la que la
interacción bien hecha.
Para contar “un bicho extraño” en el aula, lo
realizaría en la zona de la asamblea, sentados en el suelo de manera que todos
puedan ver el cuento, al igual que yo, que también me sentaría en el suelo.
Empezaría haciendo preguntas a modo de introducción sobre la portada y con el
resto realizaría la misma interacción que he utilizado con mis compañeras.
Como
conclusión, esta actividad ha sido muy interesante, que me ha ayudado a saber
cómo prepararse a la hora de contar cuentos a los niños a través de las compañeras,
a mejorar con respecto a la interacción con los niños, la entonación,
el ritmo, el volumen, la expresividad y sobre todo a que hay que leer despacio,
claro y con expresividad. También nos ha permitido conocer más cuentos que
podríamos tener en nuestra biblioteca.
Sigo viendo los mismos errores, tal vez menos, pero insisto: la palabra LECTURA o el verbo LEER solo deberían aparecer en la preparación... es normal que lo leas varias veces antes de narrarlo, pero no es normal que lo leas imaginando que lo haces delante de los niños, cuando lo que debes preparar es una narración (si es esa la técnica elegida) ni que tus compañeras te digan que leas más despacio si se lo has narrado.
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